Discurso

Foreign Secretary's keynote speech at chemical weapons conference

Texto del discurso del ministro de Exteriores durante la conferencia sobre la lucha contra la impunidad en el uso de armas químicas, celebrada en París el 18 de mayo.

Boris Johnson

Desearía en primer lugar expresar mi agradecimiento a la presidencia francesa del Partenariado por organizar tan importante reunión.

Nos encontramos aquí reunidos en un momento en el que peligran gravemente las reglas que garantizan la seguridad de todos los países, incluida la prohibición mundial de armas químicas.

Ha pasado casi un siglo desde que el mundo se uniera para prohibir el uso de armas químicas mediante el Protocolo de Ginebra de 1925.

En una fecha más reciente se firmó la Convención sobre las Armas Químicas de 1997 mediante la que 165 países se comprometían a no desarrollar, fabricar ni almacenar nunca más dicho tipo de municiones.

La prohibición de este terrible tipo de armamento debe considerarse uno de los logros diplomáticos más importantes del siglo pasado.

Habida cuenta de todo lo anterior, tengo el desafortunado privilegio de representar un país que ha sufrido las consecuencias del uso de armas químicas en su propio territorio no ya en un conflicto armado del siglo XX sino el 4 de marzo del presente año,

cuando un padre y su hija sufrieron un ataque con agente nervioso en la ciudad de Salisbury.

Sergei y Yulia Skripal fueron urgentemente trasladados a un hospital cuando se les encontró alterados y tambaleándose en un banco de un parque.

En los días posteriores nuestros expertos tuvieron que precintar y cerrar nueve zonas de Salisbury incluidos un restaurante y un cementerio, con el fin de examinar su posible contaminación.

El agente de policía Nick Bailey, tuvo que ser hospitalizado como consecuencia de su exposición al agente nervioso.

Asimismo, gran cantidad de transeúntes ajenos a toda implicación debieron ser examinados para verificar sus síntomas.

Su única conexión con el caso fue haber tenido la mala suerte de encontrarse en ciertas zonas de Salisbury el 4 de marzo;

Los transeúntes afectados podían provenir de cualquier país, incluidos los aquí representados, dado que la ciudad de Salisbury es uno de los destinos turísticos más populares de Europa.

El hecho de que ninguno de ellos sufriera daños graves se debe a la suerte y no a los autores, quienes no mostraron consideración alguna por el número de personas inocentes que ponían en peligro.

Me complace comunicar que el Sr. Skripal ha sido hoy dado de alta del hospital, si bien sigue bajo tratamiento. Su hija y el agente Bailey recibieron el alta el mes pasado.

Nuestros expertos han analizado muestras obtenidas en el lugar del incidente, cuya identificación confirma que se trata de “Novichok”, un agente nervioso cuarta generación de uso militar.

La más alta concentración de dicho agente fue encontrado en la manilla de la puerta de entrada a la vivienda del Sr. Skripal.

Hemos procedido a enviar muestras a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, cuyos expertos han confirmado dicha identificación de manera independiente.

Los agentes nerviosos “Novichok” fueron desarrollados por primera vez en la Unión Soviética en la década de 1980.

El Gobierno británico dispone de información de que en la década pasada Rusia ha producido y almacenado bajo el mismo programa pequeñas cantidades de “Novichok” y que ha estudiado también la forma de administrar agentes nerviosos, incluida su aplicación a manillas de puertas.

La utilización de un agente nervioso de tal pureza reduce la lista de culpables a un actor estatal.

Actualmente existe un solo país que reúna las condiciones de estar en posesión de agentes Novichok, de contar con el historial de haber efectuado asesinatos y de tener asimismo un motivo obvio, y públicamente declarado, que apunte contra Sergei Skripal.

No nos queda otra conclusión distinta a que el estado ruso sea responsable de dicho intento de asesinato en una ciudad británica mediante el uso de un agente nervioso prohibido, contraviniendo la Convención sobre las armas químicas.

Nuestros amigos de todo el mundo comparten nuestra valoración. La OTAN y 28 países han actuado en solidaridad con el Reino Unido expulsando a más de 130 diplomáticos rusos, lo que constituye la mayor expulsión coordinada de la historia.

Muchos de dichos países se encuentran aquí representados y deseo de nuevo reiterar mi más profundo agradecimiento.

Fue una acción firme y decidida que dejó patente nuestra determinación conjunta por asegurar que no hay impunidad ante el uso de las armas químicas

Cuando el autor es un estado o un grupo terrorista,

O si se produce en el Reino Unido, en Siria o en cualquier otro lugar.

Apenas un mes después del incidente de Salisbury, el 7 de abril, el régimen de Asad utilizó gas tóxico en la ciudad siria de Douma matando a alrededor de 75 personas, incluidos niños.

El Reino Unido, Francia y los Estados Unidos respondieron lanzando proporcionados ataques selectivos y de precisión dirigidos a la infraestructura de armas químicas del régimen sirio.

Ya antes de la barbarie de Douma, una investigación conjunta de las Naciones Unidas y la OPAQ había determinado la culpabilidad del régimen de Asad en el uso de armas químicas en cuatro ocasiones diferentes entre 2015 y 2017.

La respuesta de Rusia no fue hacer cumplir la prohibición de armas químicas, sino que utilizó su veto en el Consejo de Seguridad para proteger a Asad mediante la clausura de la investigación internacional.

Se trata además de un asunto más trágico si cabe, si tenemos en cuenta que Rusia es un miembro permanente del Consejo de Seguridad con la especial responsabilidad de defender la paz y la seguridad, incluida la prohibición mundial de las armas químicas.

Dado que el Kremlin parece decidido a bloquear toda investigación internacional con poder para asignar responsabilidades de los ataques químicos en Siria, deberemos trabajar juntos para desarrollar otro mecanismo.

Entretanto, contamos con la posibilidad de imponer sanciones a todo aquel individuo o entidad implicado en el uso de armas químicas.

Podemos recopilar y guardar pruebas de dichos delitos.

Podemos asimismo convocar una sesión especial de la Conferencia de los Estados Partes en la Convención sobre Armas Químicas, para estudiar la mejor forma posible de respaldar dicha Convención y su órgano de implementación, la OPAQ.

De igual forma podemos expresar nuestra clara determinación para evitar que la prohibición mundial de armas químicas se vuelva irrelevante.

Si se produjera un desastre moral de este tipo, quedaría en peligro la seguridad de todos los países.

Deseo ser el último Ministro de Relaciones Exteriores en una reunión de este tipo que represente un país que haya presenciado el uso de armas químicas.

Gracias.

Publicado 22 May 2018