El Reino Unido agradece la respuesta internacional al ataque químico en suelo británico por parte de Rusia
El Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, agradeció hoy a los aliados de Gran Bretaña que se unieron para expulsar a más de 100 funcionarios rusos tras el ataque de Salisbury.
En un artículo publicado en The Times, el Secretario se mostró agradecido por el hecho de que, hasta la fecha, más de 20 naciones hayan decidido colectivamente remover a más de 100 funcionarios del Kremlin. Según el Secretario Johnson, este es un “punto de inflexión” en la actitud de Occidente hacia las “imprudentes” ambiciones rusas.
“Nunca antes tantos países se habían unido para expulsar a diplomáticos rusos”, escribió el Secretario de Relaciones Exteriores, y agregó que “nuestros aliados han respondido porque comparten nuestro punto de vista sobre la amenaza que representa el Kremlin para sus valores y su seguridad”.
Las expulsiones masivas son una respuesta al envenenamiento de Sergei y Yulia Skripal con un agente nervioso de grado militar ruso conocido como “Novichok” el 4 de marzo en Salisbury, Inglaterra. Un oficial de policía que acudió en su ayuda también fue seriamente afectado. Otras 35 personas se vieron obligadas a buscar tratamiento médico porque estaban cerca cuando se liberó el agente nervioso.
Después del ataque, el gobierno británico le dio al Kremlin la oportunidad de explicar estas acciones. Pero esta solicitud de información fue ignorada, dejando al Reino Unido sin ninguna otra opción que concluir que el Estado ruso era culpable de intento de asesinato en una ciudad británica, utilizando un agente neurotóxico letal prohibido por la Convención de Armas Químicas.
Según el Secretario de Asuntos Exteriores, el uso de un agente nervioso prohibido en suelo británico se enmarca en un patrón más amplio del “comportamiento imprudente” del presidente Putin. El Secretario Johnson señaló que en los últimos 4 años el Kremlin se anexionó Crimea, encendió las llamas del conflicto en la región de Donbas en Ucrania, accedió ilegalmente al sistema de cómputo del Bundestag alemán, interfirió en elecciones alrededor del mundo, buscó ocultar el uso de gas venenoso de Assad y se unió a su ataque contra el pueblo sirio.
“La alianza occidental tomó medidas decisivas y los aliados de Gran Bretaña se unieron contra las ambiciones imprudentes del Kremlin”, concluyó el ministro de Asuntos Exteriores.