Discurso

Centenario de rescate de tripulación de Shackleton por el Piloto Pardo

Discurso de Embajadora Fiona Clouder en centenario de rescate de tripulación de Shackleton por parte del Piloto Pardo en RCTA.

Embajadora de Su Majestad, Fiona Clouder

Discurso con ocasión de la recepción de la Reunión Consultiva del Tratado Antártico con motivo del centenario del rescate efectuado por el Piloto Pardo de la tripulación de Shackleton desde la Isla Elefante.

Bienvenidos a la residencia. Éste es el 50 aniversario de la Embajada Británica, en esta histórica casa, que forma parte del patrimonio de Chile, y que estará abierta al público este fin de semana como parte del Día del Patrimonio.

Bienvenidos a esta recepción para celebrar el 100º aniversario del rescate realizado por el Piloto Pardo de la Armada de Chile, de los hombres de Shackleton desde la Isla Elefante.

No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar.

Cita favorita de los ‘Four Quartets’ (‘Cuatro Cuartetos’) del poeta inglés T. S. Eliot.

La historia de Shackleton es una historia de gran exploración, pero también un pedazo de la historia antártica que podría haber sido muy diferente, si no fuera también por la historia de un gran rescate realizado por el Piloto Pardo, y de heroísmo, que juntos celebramos esta noche.

Otra cita famosa de Eliot, de ‘The Waste Land’ (La Tierra Baldía) es:

¿Quién es ese tercero que anda siempre a tu lado? Cuando cuento, sólo estamos tú y yo juntos, Pero veo frente de mí, por el camino blanco, Siempre a otro, que camina a tu lado.

Las líneas de Eliot se inspiran en experiencias espirituales de Shackleton que éste describe en su libro ‘South’ (‘Hacia el Sur’), sobre la travesía de Georgia del Sur. Shackleton escribió:

Durante esa marcha larga y tormentosa de treinta y seis horas sobre las montañas y glaciares sin nombre de Georgia del Sur, me parecía a menudo que éramos cuatro, no tres.

La exploración es algo que nos inspira a todos y el interés por la Antártica es algo que nos une a todos. La primera vez que quedé cautivada por la historia de Shackleton fue hace 30 años, cuando mi marido, Jeremy Richards, vino a Chile en el HMS Endurance, que recibió ese nombre por el barco de Shackleton – y pueden ver su placa y cuadro en el comedor. También he intentado conocer más sobre el Piloto Pardo, y recientemente tuve el honor de dar una charla, junto con el Embajador Fernando Pardo, en Punta Arenas, como parte del Mes del Mar. Entonces, en toda nuestra exploración, reflexionemos sobre aquellos que, como el Piloto Pardo, arriesgan sus vidas por los demás en las circunstancias más extremas.

Shackleton estableció las cualidades necesarias de un explorador – en primer lugar, optimismo; segundo, paciencia; tercero, resistencia física; cuarto, idealismo; quinto y último, coraje. También son éstas cualidades mostradas por el Piloto Pardo.

Después de esa travesía de Georgia del Sur, Shackleton buscó la ayuda de varias fuentes para rescatar a sus hombres encallados en Isla Elefante. Después de 3 intentos fallidos, el gobierno chileno concedió permiso para que se utilizara la Yelcho, y el Piloto Pardo ofreció llevar a cabo esta expedición de alto riesgo. En mi propia investigación en los Archivos Nacionales, encontré el telegrama de confirmación de permisos, pero indicando que la Yelcho no debía ser arriesgada en el hielo! Es bueno que esta instrucción haya sido ignorada!

En su famosa carta a su padre, el Piloto Pardo reconoce que tal vez no volvería del intento de rescate, pero establece su determinación de que esto es lo que se debe hacer por su prójimo, su país y para demostrar los valores de la Armada de Chile. Partió en un barco no diseñado para el propósito.

Como Alfonso Filippi, autor de ‘ Lecciones de un Rescate’, comentó:

La nave no tenía calefacción, sin iluminación eléctrica, sin radio, sin falso fondo y baluartes bajos. Para mandarla a Antártida era atrevida más allá de creencia. El atributo positivo sólo lo que sugiere un resultado exitoso de la misión fue la calidad, la habilidad y el coraje de su equipo.

Barreras de idioma, el momento que se vivía - el momento de la primera guerra mundial- y recuerden que para Shackleton, se trataba de un elemento en una expedición de dos años agotadores, con los hombres todavía atrapados en el Mar de Ross, al otro lado de la Antártica, que necesitaban ser rescatados; significó que tal vez el papel de Pardo no haya sido tan conocido como debió haber sido. El Gobierno Británico ofreció a Pardo £25.000 de la época- una fortuna -, pero él los rechazó diciendo que sólo estaba cumpliendo con su deber. Más tarde se convirtió en Cónsul Honorario en Liverpool, un cargo importante en un puerto que era centro del comercio mundial.

El llamado de sirenas de la Antártica aún persiste. Todos estamos comprometidos con el sistema del Tratado y con la Antártica, como reserva, dedicada a la paz y la ciencia. Muchos están interesados en la exploración y en poner a prueba los límites de la resiliencia humana y los retos del conocimiento. En enero de 2016, muchos de nosotros nos entristecimos con la pérdida de Henry Worsley, quien murió en Punta Arenas, después de la expedición de Shackleton Solo para atravesar la Antártica, en apoyo al fondo Endeavour – una organización de caridad que ayuda a los militares heridos y enfermos. Alguien que fue inspirado por Shackleton. Alguien que también compartió esos valores, resumidos por Pardo, de arriesgar la propia vida para hacer algo por los demás.

Después del rescate realizado por Pardo, cuando Shackleton llegó a Punta Arenas, en septiembre de 1916, Shackleton envió un telegrama al almirante Muñoz Hurtado:

Es imposible expresar mis profundos sentimientos de gratitud, por todo lo que han hecho por nosotros, y quiero dejar constancia de ello. Shackleton.

Shackleton publicó su libro ‘Hacia al Sur’ en 1919, para recaudar más fondos para sus expediciones. Los agradecimientos al Gobierno de Chile y a Luis Pardo, están en el lugar más destacado – al final del prefacio:

Finalmente, fue el gobierno de Chile el directamente responsable por el rescate de mis compañeros. Esta República meridional fue implacable en sus esfuerzos por hacer un rescate exitoso, y la gratitud de todo nuestro grupo es para ellos. Menciono especialmente la actitud comprensiva del Almirante Muñoz Hurtado, jefe de la Armada de Chile y al capitán Luis Pardo, quien comandó la Yelcho, en nuestra última y exitosa hazaña.

Y es así que esta noche también decimos gracias.

Gracias a nuestros anfitriones aquí en Chile por esta RCTA nº 39. Gracias a la Armada de Chile por la formación y los valores que infunden en sus hombres – y mujeres –como los demostrados por el Piloto Pardo. Y gracias, en memoria del Piloto Pardo, sin el cual los hombres de Shackleton no hubieran sido rescatados de Isla Elefante, y por demostrar las cualidades de la cooperación internacional, que nos une a todos esta noche.

Fiona Clouder, Embajadora de Su Majestad en Chile.

Publicado 1 June 2016