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Un informe del Gobierno expone las posibles consecuencias de crear una frontera en el caso de independizarse Escocia

El último informe del Gobierno en el que se analiza la posible independencia de Escocia sostiene que una ciudadanía británica común y la circulación de bienes y personas sin restricción de ningún tipo entre Escocia y otras partes del Reino Unido han sido cruciales para lograr la integración de comunidades y empresas.

Esto se publicó en 2010 to 2015 Conservative and Liberal Democrat coalition government
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El informe del Ministerio de Interior: “Un análisis de Escocia: fronteras y ciudadanía”, es el décimo informe comprendido en la serie de análisis de la situación por parte del Gobierno del Reino Unido. En el mismo, se estudian los retos a los que podría enfrentarse una Escocia independiente al asumir el control de sus fronteras, y expone las decisiones complicadas a las que se enfrentarían los escoceses respecto a su condición de ciudadanos británicos en el caso de darse el voto favorable a la secesión.

El secretario de Estado para Inmigración, Mark Harper, ha declarado:

Los principios que trata este informe son fundamentales para definirnos a nosotros mismos: nuestra nacionalidad, la frontera que nos protege y el pasaporte que utilizamos para viajar por el mundo.

No hay respuestas fáciles a la pregunta de lo que podría pasar si Escocia se quedara sola. Habría una nueva frontera internacional y, por muy estrecha que fuera nuestra colaboración, eso podría conllevar mucha más burocracia y controles adicionales para aquellas personas que viajan para ver a sus familias, salir de vacaciones o que van en viaje de negocios.

También constituiría un experimento sin precedentes en lo que se refiere al tema de la nacionalidad e identidad, retrocediendo a siglos atrás en los que no existía una ciudadanía británica común. No solo afectaría a millones de personas en la actualidad, sino también a todas las generaciones venideras.

El informe hace hincapié en que la gestión de la frontera externa del Reino Unido es compleja, costosa y se apoya en un sistema totalmente integrado en todo el Reino Unido. En estos momentos, toda la actividad de gestión, control y seguridad de la frontera del Reino Unido, y cada penique invertido, benefician a todos y cada uno de los ciudadanos del Reino Unido, independientemente de dónde vivan o trabajen.

Sin embargo, si Escocia decidiera independizarse, la frontera que en la actualidad separa a Escocia del resto del Reino Unido se convertiría en una frontera internacional entre dos países distintos.

El informe también analiza las consecuencias de la independencia para la condición de ciudadanía. Si Escocia se convierte en un estado independiente, su nuevo gobierno tendría que decidir quiénes son los que reúnen los requisitos para ser ciudadanos escoceses y a quiénes se les exigiría que lo fueran. Esta decisión tendría importantes repercusiones, y afectaría no solo a los que vayan a votar en el referéndum, sino también a sus hijos y a sus nietos.

Publicado 24 January 2014