Discurso: "Nuestro Futuro Común" del Embajador Chris Campbell
Discurso del Embajador de Su Majestad, S.E. Chris Campbell, dado en el Desayuno de Negocios Anual de la Cámara Británica de Comercio el 18 de abril de 2018.
Distinguido Vice Ministro Hugo Rivera Distinguido Leonel Melo, Presidente de BritCham Distinguidos Miembros de la mesa de honor Distinguidos miembros de BritCham
Damas y Caballeros,
En primer lugar, les agradezco el honor de tenerme aquí en el día de hoy, dirigiéndome a ustedes. Admito que cada vez esto se convierte en un mayor desafío ya que cada año debo encontrar un tema que, espero, sea relevante para todos ustedes y, más importante aún, un tema lo suficientemente interesante como para mantenerlos despiertos en una hora tan temprana!
Y es un placer dirigirme hoy a ustedes junto a mi amigo Hugo Rivera, no solo como un experto en comercio, sino también como un historiador, por lo que debo asegurarme que mis datos sean correctos.
He elegido como tema este año “nuestro futuro común”, ya que creo que para seguir siendo competitivos en la actualidad, todos debemos seguir mirando hacia el horizonte y debemos preguntarnos cómo podemos mejorar nuestras relaciones comerciales bilaterales en un mundo que se mueve y cambia rápidamente. La respuesta, en mi opinión, es que debemos avanzar juntos, abordando nuestros objetivos y metas comunes.
La República Dominicana y el Reino Unido siempre han tenido una fuerte relación comercial, en parte porque, como dos estados insulares, tienen que hacer comercio para poder sobrevivir.
Desde el Tratado de Paz y Comercio que el Reino Unido y la República Dominicana firmaron en marzo de 1850, el primer reconocimiento oficial de la recién independizada República Dominicana, hemos tenido una dirección muy clara sobre dónde se encuentran nuestros intereses conjuntos. No es de extrañar que este primer reconocimiento haya sido un tratado comercial, basado en el comercio de artículos como cacao, madera y productos agrícolas. Muchos de esos artículos continúan definiendo nuestra relación comercial de hoy.
Pero parte de lo que quiero resaltar ante ustedes es que esta relación comercial, que tiene casi doscientos años de historia, está bien, pero podría estar mucho mejor.
Todos somos conscientes de que el comercio necesita evolucionar continuamente o se estancará. Y ningún estado en la era globalizada de hoy en día puede darse el lujo de tener una fuerte dependencia comercial en una gama limitada de productos. Necesitamos ser creativos, innovadores y debemos asumir riesgos para incursionar en nuevos mercados. No debemos tenerle miedo a nuevos mercados y nuevas iniciativas comerciales por únicamente querer proteger lo que ya tenemos. Como les decía, debemos mirar hacia el futuro con una mente abierta, dispuestos a asumir nuevos retos.
A lo largo de los siglos, el Reino Unido se ha reinventado continuamente, pasando de una base agrícola a una industria pesada y liviana, a la fabricación, al desarrollo de la industria de servicios, a productos de alta gama y nuevas tecnologías.
Aunque actualmente contamos con un sector de servicios financieros sólido y líder en el mundo, también hemos invertido mucho en nuestras industrias creativas, y lideramos el mundo en áreas como la animación, la cinematografía y los juegos electrónicos. ¿Nuestra visión? Creer e invertir en la innovación.
Por lo tanto, es fácil ver de dónde venimos y dónde estamos ahora. Pero la parte realmente interesante para todos los presentes en aquí es el futuro. Es hora de sacar nuestra bola de cristal y tratar de predecir hacia dónde vamos juntos como parte de una relación comercial basada en vínculos históricos y de amistad, fuerte y sostenible. Tenemos que empezar a definir cuál será ‘nuestro futuro común’ y cómo podemos llegar hasta él conjuntamente.
El mundo de hoy está progresando más rápido que nunca, tanto tecnológica como políticamente, y de una manera que no podríamos haber imaginado hace solo unos pocos años.. El panorama político se está volviendo a trabajar a una velocidad que nos desafía a todos a mantenernos al día, y una parte esencial de eso es garantizar que nuestra relación comercial cumpla con esos nuevos objetivos mientras que, al mismo tiempo, protejamos nuestros valores fundamentales.
Hoy escuchamos hablar de posibles guerras comerciales que tendrán un impacto sobre todos nosotros de una forma u otra. Enfrentamos las nuevas amenazas políticas y de seguridad. El uso de armas químicas en el Medio Oriente y en mi propio país del Reino Unido es una amenaza para todos, ya que corre el riesgo de establecer nuevos parámetros para el conflicto y la tensión. Los problemas de ciberseguridad y los ataques tecnológicos amenazan con socavar nuestra estabilidad democrática y económica. Esta estabilidad es un pilar fundamental para garantizar y seguir desarrollando nuestro crecimiento económico. Las amenazas que acabo de citar no solo afectan nuestra infraestructura nacional e instituciones financieras críticas, sino que significan que estamos siendo probados a un nivel y una velocidad de ataque nunca antes vistos.
La lucha mundial contra la corrupción y la necesidad de garantizar mayores niveles de transparencia es una lucha que todos enfrentamos a diario. Pero para nuestro comercio, estos problemas son cruciales, ya que no solo afectan directamente nuestra productividad y reputación, sino que, lo que es más importante, hoy en día somos juzgados tanto por nuestros propios consumidores como por su percepción. Cada vez más clientes cuestionan la procedencia de los bienes que están comprando e insisten en que ellos, y sus cadenas de suministro, cumplan con su creciente inspección de la transparencia y los valores fundamentales de los derechos humanos.
Recientemente, en febrero de este año, escuchamos en Santo Domingo al experto británico John McKendrick hablar sobre las ventajas que la transparencia y la lucha contra la corrupción pueden traer para el crecimiento. Pero también fuimos informados de los peligros que enfrentaríamos si ignoráramos estas amenazas. Estamos viendo eso en todo el mundo y todos debemos asegurarnos de que, si queremos tener un crecimiento económico saludable y sostenible, debemos trabajar juntos para garantizar que no seamos víctimas de estas amenazas.
Juntos, todos debemos luchar por la transparencia y trabajar contra la impunidad si queremos tener la esperanza de tener economías más estables, viables y responsables. Debemos asegurarnos que los bienes que estamos comprando y sus cadenas de suministro, cumplan con los principios propios de la transparencia y respeten los valores fundamentales de los derechos humanos. Debemos insistir en ello y continuar siendo defensores de la transparencia.
Y los usos cada vez más insidiosos de la tecnología representan una amenaza adicional tanto para nuestra forma de vida como para nuestras familias. En este momento me gustaría aplaudir a la República Dominicana, y al equipo de Hugo Rivera en particular, por su fantástico apoyo para garantizar que la República Dominicana se haya convertido en miembro de la Alianza Global WeProtect. La membresía de esta Alianza, financiada en gran parte por mi propio país, garantizará, mediante el desarrollo de un plan de acción nacional en conjunto con UNICEF en los próximos años, que todos los niños aquí en la República Dominicana estén protegidos de la explotación y abuso sexual en línea.
Muchos de ustedes pueden estar preguntándose por qué lo menciono en un discurso sobre el comercio. En primer lugar, porque son todos los niños que viven en la República Dominicana los que estarán siendo protegidos de los depredadores en línea. En efecto, estos jóvenes son su futura mano de obra y, por lo tanto, su futuro desarrollo económico. Si no podemos proteger a estos jóvenes ahora, ¿cómo podrán contribuir al futuro desarrollo económico del país? Este es el momento para proteger a nuestras futuras generaciones; ellas son la pieza clave para las relaciones comerciales del mañana.
Además, nuestro futuro común debe basarse en una relación mucho más dinámica, tanto desde el punto de vista político, como desde el punto de vista económico.
El sector privado tiene un papel clave que jugar en ese futuro común:
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Tenemos que defender la transparencia para garantizar que sigamos obteniendo la inversión vital para el futuro comercio. Y debemos trabajar para garantizar que este sea el tipo de inversión responsable que podemos defender a nuestros clientes
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En el entorno global de hoy, una economía es realmente tan saludable como la percepción de su población. Por lo tanto, debemos estar atentos a los índices internacionales que son claves, tales como aquellos que se refieren a hacer negocios en la República Dominicana y los relativos a la transparencia. Esto significa, claro, una inversión de tiempo y energía por parte del sector privado y del sector público. Sé que Rafael Paz y su Consejo de Competitividad ya están enfocados en eso y han dado algunos primeros pasos cruciales, por lo que deben ser apoyados.
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Todos hemos visto los diversos índices de percepción para la República Dominicana. Deseo resaltar que, en la mayoría de los casos, los resultados de estos índices provienen de encuestas realizadas a la misma población dominicana. En ese orden, entiendo que es un esfuerzo conjunto cambiar estos resultados. En particular, es importante que el sector privado trabaje arduamente con las entidades estatales para mejorar continuamente esta percepción. Sabemos, por nuestra propia experiencia, que este es un trabajo duro y continuo, pero que es esencial para atraer a más y más inversionistas y socios comerciales.
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Todos necesitamos habilidades y, como empresarios, debemos asegurarnos de tener la mano de obra calificada para satisfacer no sólo las necesidades de hoy, sino también las del futuro. Y eso significa inversión del sector privado también. Para hacer eso debemos acoger lo siguiente
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Si los jóvenes talentos aprenden de los mejores, ya sea en este país o en el extranjero, entonces debemos asegurarnos de que al momento de unirse al entorno laboral, tengan un empleo
Por otro lado, a menudo escucho que los estudiantes terminan sus estudios con las últimas y más innovadoras ideas empresariales, pero no pueden usar esta motivación por varias razones. A veces se desilusionan y buscan trabajo en otro lado. Todos los países, incluido el mío, deben trabajar arduamente para garantizar que no perdamos ese talento en el exterior. Entonces, debemos invertir ahora para el futuro y garantizar que existan oportunidades para que los jóvenes permanezcan en el país y contribuyan al desarrollo de nuestra relación comercial.
De lo contrario, es probable que busquen empleo en el extranjero con nuestros competidores comerciales. Eso debe evitarse y es allí donde el sector privado puede ayudar de verdad, proporcionando estímulo, capacitación y espacio para que estos jóvenes pongan en práctica sus habilidades. Y eso me lleva a los programas de Responsabilidad Social Corporativa o Empresarial. Una herramienta clave de desarrollo que todas las empresas modernas tienen en su caja de herramientas. He escuchado quejas de que el sector privado solo utiliza los programas de RSE como una herramienta de marketing para vender sus propios productos y marcas. Si bien eso puede ser cierto en algunos casos, también he sido testigo de muchos ejemplos excelentes en los que estos programas capacitan a jóvenes en habilidades prácticas que pueden ayudarlos a encontrar empleo. Desarrollar y entregar programas que enseñan habilidades claves a nuestros jóvenes debe ser un objetivo para todos si queremos expandir nuestra productividad y aumentar nuestra calidad.
La vieja idea de un programa de RSE que simplemente financia directamente obras de caridad todavía se mantiene en algunos casos. Sin embargo, y espero que me perdonen por simplificar demasiado, en el mundo de hoy diría que es mucho mejor dar a alguien una caña de pescar y enseñarles a pescar en lugar de hacer que dependan de las donaciones continuas de pescado para comer. Por lo tanto, las empresas y los gobiernos deben aplicar las métricas comerciales a sus programas de RSE. ¿Cuál es el impacto tangible del programa y está realmente ayudando al desarrollo económico nacional y comercial o simplemente está agravando o ignorando el problema?
En la actualidad, todos somos impulsados por el enfoque al cliente, incluso en el gobierno. Nuestros clientes y nosotros mismos debemos defender la transparencia, ya que ayuda a proteger los dos elementos cruciales para un negocio: su reputación y su marca. Si una de ellas sufre un daño o perjuicio, todos sabemos que puede ser muy costoso para la empresa (en el mejor de los casos) o puede llevarla a la quiebra en el peor escenario. Debemos tomar en cuenta que el servicio al cliente cobra un rol cada vez más importante. Observamos que, en general, existe una tendencia a que el cliente esté más consciente de dónde invierte su dinero. Si estos clientes perciben que la empresa tiene algún vínculo ilícito o contrario a los valores fundamentales, es muy probable que decidan cortar toda relación con la misma. Basta ver las experiencias recientes de Facebook con Cambridge Analytica.
Entonces, todos debemos trabajar para asegurar que nuestros clientes estén contentos con nuestras empresas y con nuestras cadenas de suministro. Los clientes de hoy, que son cada vez más exigentes, no aceptarán el estribillo “No sé”. Demandarán respuestas y exigirán que las empresas sean socialmente conscientes.
Con ese fin, trabajar para la iniciativa de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Empresa podría ser un verdadero impulso tanto para la productividad como para la apertura de nuevos mercados. Esta iniciativa podría ayudar al sector privado a protegerse contra los futuros desafíos de percepción de su empresa u organización. Ahora, por experiencia personal, los compradores hacen preguntas cada vez más difíciles sobre las cadenas de suministro y los derechos de los trabajadores antes de comprometerse con la compra o los contratos. En un mercado global, los productos se producen en una variedad de países y la competitividad significa poder responder a estas preguntas con evidencia basada en métricas.
Con ese fin, mi embajada y yo estamos listos para trabajar con ustedes y con el gobierno dominicano en la iniciativa de las Naciones Unidas para los negocios y los derechos humanos para ayudar a aumentar su productividad y nuestra relación comercial conjunta.
Estamos trabajando para fortalecer y profundizar nuestra relación comercial. Muchos de ustedes habrán visto a la prensa informando sobre la visita de Simon Hart a la República Dominicana la semana pasada. Simon es el nuevo Enviado Especial de la Primera Ministra, Theresa May, para el comercio con la República Dominicana. Esta fue su primera visita en su nuevo rol. Se reunió con el Presidente Medina, el Ministro Montalvo, el Ministro Guerrero, el Ministro Toca Simó, la Viceministra Cuello, el Consejo de Directores de CONEP, el Viceministro de Comercio e Industria, el Presidente del Consejo de Competitividad, el Director de CEI-RD, entre otros. Algunos de ustedes nos acompañan en el día de hoy y agradecemos que hayan tomado el tiempo de sus agendas para conocer a Simon. Diría que esta gran acogida no estuvo nada mal tomando en cuenta que Simon visitaba tres países en tres días y estuvo aquí menos de 24 horas.
Esto es una clara indicación de la importancia que le damos a nuestra relación comercial y nuestro deseo de aumentar el comercio bilateral con la República Dominicana. Y dado que a veces los gobiernos tardan más tiempo que las empresas en movilizarse, me gusta pensar que fue una reivindicación positiva de ese primer Tratado firmado en 1850.
En Simon ahora tenemos un campeón en el Reino Unido que puede ayudar a poner en contacto a las empresas dominicanas y británicas entre sí y ayudar a resolver cualquier problema. Dio un ejemplo práctico de su compromiso durante la recepción que le ofrecimos en mi residencia. Cuando se enteró de las dificultades potenciales de un distribuidor local con una empresa del Reino Unido, envió un mensaje a la empresa del Reino Unido para resolver el problema. Ayudó que, como miembro electo del parlamento, la empresa estaba ubicada en la circunscripción de Simon y, por lo tanto, tenía un gran interés personal, pero creo que ilustra claramente su deseo de garantizar que se corrijan y resuelvan todas las barreras al comercio. Y sí, se encontró una solución durante la noche. El hecho de que Simon ya estaba preguntando sobre su próxima visita antes de irse al aeropuerto también fue bienvenido. Espera volver este año. Hay interés y donde hay interés, hay acción.
Y al mirar hacia el futuro, sería negligente no referirme a nuestra partida de la Unión Europea y a lo que esperamos en el futuro. Si bien seguiremos siendo un socio cercano de la Unión Europea en muchos asuntos, incluido el comercio, también estamos buscando nuevas y más ambiciosas relaciones comerciales en todo el mundo, incluyendo aquí en la República Dominicana. Como muchos de ustedes habrán leído, recientemente hemos progresado positivamente en nuestras negociaciones con la Unión Europea. Si bien aún quedan desafíos por resolver antes del próximo marzo, ahora tenemos un acuerdo sobre un período de transición que dará más certeza a la comunidad empresarial.
Me complace tener a Hugo aquí hoy ya que rara vez transcurre una semana sin que hablemos del tema de los arreglos de transición. Los dos estamos de acuerdo en que la prioridad es garantizar la continuidad del comercio y evitar cualquier interrupción después de nuestra partida. Con ese fin tenemos un camino acordado que garantizará que la República Dominicana pueda continuar exportando al Reino Unido y que no se quedará sin whisky o con los mejores autos 4X4.
Como campeón mundial del libre comercio, en el futuro buscaremos garantizar que tengamos relaciones comerciales cada vez más ambiciosas y creativas con socios claves como la República Dominicana. Y para eso necesitaremos su ayuda para mirar de forma más creativa cómo podemos diseñar y alcanzar ese futuro comercio, asegurando que el acuerdo al que lleguemos sea comprehensivo y se aproveche al máximo en todos los sectores y en ambos países.
Mirando hacia el futuro, me sorprende que hay muchas personas que usan o visten marcas británicas, pero que la gran mayoría no se compra aquí en la República Dominicana. Hackett and Co., por ejemplo, sí ha visto el potencial que existe en el país, pero tenemos que trabajar para alentar a más marcas famosas a entrar en el mercado dominicano. Y sería fantástico ver a más compañías dominicanas representadas en el Reino Unido. Federico Cuello como Embajador Dominicano en Londres está haciendo un gran trabajo junto con el CEI-RD, pero necesitamos, por supuesto, la ayuda del sector privado.
Esto requerirá que trabajemos más unidos y de manera más estratégica para identificar las necesidades y los nichos de mercado. La próxima Semana Dominicana anual en Londres en octubre será una excelente oportunidad para construir sobre ese objetivo compartido. Yo, con cierto orgullo, le mencioné al presidente Medina con Simon Hart que el año pasado contábamos con unos 40 dominicanos en la delegación y me dijo que eso no era suficiente y que este año necesitábamos más. De modo que todos nosotros, especialmente BRITCHAM, tenemos un gran desafío para este año. Por eso, asumiendo el reto encargado por el Presidente Medina, los invito a unirse a la delegación dominicana este año y los exhorto a que descubran las grandes oportunidades que pueden haber para ustedes en el Reino Unido. Sé que CEI-RD desea traer una delegación comercial al Reino Unido y recibir una del Reino Unido el próximo año. Entonces ‘nuestro futuro común’ ya está comenzando a hacerse realidad.
El Reino Unido es un líder mundial en industrias creativas, seguridad y servicios financieros. Pero también somos mucho más que eso, como mercado para sus productos y como mercado para comprar. Tenemos años de experiencia que podemos compartir y posiblemente ayudarlos a evitar errores costosos que quizás ya hayamos hecho por ustedes. Nuestro equipo comercial en la Embajada siempre está listo para ayudarlos. Y sí, acabo de notar que la cara de Gerson se ve un poco sorprendida porque acabo de ofrecerlo públicamente como voluntario. Estamos todos a su disposición.
Nuestro futuro común significa utilizar el talento joven, y no tan joven, que hemos ayudado a entrenar en nuestras instituciones educativas de prestigio mundial. Tenemos un extraordinario programa de becas Chevening, y una asociación activa de ex alumnos a la que se puede acceder a través de la Embajada y BritCham. Úsenlos a medida que busca desarrollar sus estrategias comerciales futuras.
En conclusión, ‘Nuestro futuro común’ debe ser sobre el uso de nuestros valores y habilidades compartidos para aumentar masivamente nuestro comercio bilateral conjunto, haciendo pleno uso de todos los acuerdos comerciales, tanto ahora como en el futuro. Significa defender lo que más les importa a ustedes, nuestras empresas, y trabajar juntos para superar las barreras con el objetivo de aumentar ese comercio. Todo esto buscando nuevas formas ambiciosas y creativas para garantizar que tanto nosotros como la próxima generación de líderes empresariales tengamos las herramientas necesarias y el correspondiente acceso a los mercados.
Por mi parte, estaré trabajando con el gobierno dominicano y con todos y cada uno de ustedes para asegurar que podamos alcanzar este sueño y que nuestra relación comercial sea cada vez más cercana, segura, transparente, eficiente y fuerte.
Muchas gracias.