Discurso

Revisión Integrada del Reino Unido, 'Global Britain' en una era competitiva

Discurso de Embajadora Louise de Sousa sobre la estrategia internacional del Reino Unido, pronunciado en webinar de AthenaLab, Santiago, 20 de abril de 2021.

Esto fue publicado bajo el 2019 to 2022 Johnson Conservative government
Embajadora de Su Majestad, Louise de Sousa

Gracias Juan Pablo. Y buenas tardes, señoras y señores. Agradezco a AthenaLab por organizar el evento de hoy y a todos ustedes por brindar su tiempo y atención para unirse a nosotros hoy. Les hablo desde la Residencia de la Embajadora británica aquí en Santiago. Aunque no es posible realizar este evento en persona, me alegra que aún podamos reunirnos y que AthenaLab pueda continuar con su importante labor de explorar los problemas geopolíticos y estratégicos clave que a todos nos preocupan.

La de hoy es la primera de lo que – espero - serán muchas colaboraciones con AthenaLab y con todos ustedes, su comunidad activa y comprometida en Chile y en todo el mundo.

Quiero aprovechar la sesión de hoy para hablarles sobre la Revisión Integrada de Seguridad, Defensa, Desarrollo y Política Exterior de mi gobierno, titulada “Un Reino Unido Global En Una Era Competitiva”, que es el análisis más completo de la política exterior británica desde la Guerra Fría.

Publicada en marzo y elaborada bajo la dirección de nuestro Primer Ministro, la Revisión establece la estrategia internacional del Reino Unido para esta década y en el futuro. Su objetivo es entregar un análisis claro de las capacidades del Reino Unido y las oportunidades y amenazas que enfrentamos en el mundo hoy y mañana.

Producto de más de un año de trabajo en todo el gobierno y de consultas con una amplia gama de organizaciones y pensadores externos, la Revisión ofrece nuestra visión del papel del Reino Unido en el mundo hasta el 2030, y las medidas que adoptaremos en casa y con otros países, incluido aquí en Chile, para asegurarnos de ser más fuertes, más seguros y más prósperos en una era más competitiva.

Transcurrido un mes desde la publicación de la Revisión, espero que todos hayan tenido la oportunidad de leer sus ciento once páginas. Pero ya sea que hayan leído la Revisión o no, espero que este evento les resulte útil al ampliar lo que significa este nuevo texto fundamental para la relación del Reino Unido con el mundo, y cómo sus conclusiones formularán el papel que juega el Reino Unido en el escenario mundial.

El lugar del Reino Unido en el mundo

Quería comenzar mencionando el hecho esencial de que la suerte del pueblo británico está intrínsecamente interrelacionada con los eventos que suceden en el mundo. Con recursos naturales limitados, siempre nos hemos ganado la vida como nación comercial y marítima. En el 2019, siendo la quinta economía más grande del mundo, el Reino Unido vendió bienes y servicios en el extranjero por un valor de £690 mil millones, equivalentes a un tercio de nuestro producto interno bruto, manteniendo millones de medios de vida en todo el país, y conectando nuestra economía con casi todos los demás mercados del mundo.

Por supuesto, esa perspectiva orientada hacia el exterior, liberal y de libre comercio, es la razón por la que disfrutamos de una relación tan estrecha e histórica con Chile. A pesar de la pandemia, en 2020 la relación comercial bilateral entre el Reino Unido y Chile alcanzó un valor de más de £1.600 millones de libras. Chile sigue siendo nuestro tercer socio comercial en la región.

Esa perspectiva global se encuentra en el corazón del concepto de ‘Global Britain’, una frase que escucharán mucho hoy y que ocupa un lugar destacado en la Revisión Integrada. Es una expresión que tiene como objetivo captar el carácter internacional de la mirada del Reino Unido como pueblo y como país, ligada a nuestra historia y a nuestro futuro involucrado en el mundo.

Reconociendo amenazas

Al observar ese mundo, en el contexto estratégico en el que operamos ahora, vemos desafíos y amenazas importantes, con tres tendencias peligrosas y dominantes que emergen.

La primera es el desgaste del orden mundial que había surgido después de la Segunda Guerra Mundial y que parecía más fuerte que nunca hace apenas una generación. Hoy, la democracia está, es justo decirlo, estresada. Vemos una competencia cada vez mayor entre estados por intereses, normas y valores, con estados autoritarios y actores malignos que buscan socavar los sistemas democráticos y la apertura que sustentan nuestra forma de vida.

De hecho, en esta década, se espera que el PIB combinado de los regímenes autocráticos supere el PIB combinado de las democracias del mundo. La tiranía será más rica que la libertad. Y eso nos importa a nosotros en el Reino Unido, y a ustedes en Chile y en otras democracias en el mundo, porque sabemos que las democracias estables y respetuosas de la libertad tienen muchas menos probabilidades de ir a la guerra, albergar terroristas o provocar grandes escaladas en los flujos de migración. Generalmente es más fácil comerciar con las democracias y es más fácil cooperar con ellas para resolver nuestros problemas compartidos.

La segunda tendencia es el surgimiento de nuevas amenazas. Todos nos hemos acostumbrado a hablar de guerra asimétrica desde el once de septiembre, pero la tecnología, torcida hacia causas perversas, está creando nuevas armas peligrosas y permitiendo formas de atacarnos que no alcanzan a originar un conflicto armado.

En el Reino Unido, lo sabemos muy bien. El mes pasado se cumplieron tres años desde que el estado ruso usó un arma química en Salisbury matando a una ciudadana británica inocente e infundiendo el miedo en una tranquila ciudad británica. Al mismo tiempo, los estados, los grupos terroristas y las bandas criminales están explotando la tecnología para aprovecharse de nuestros hogares, nuestros negocios y nuestra infraestructura.

La tercera tendencia de nuestros tiempos es quizás la más peligrosa. Ese es el surgimiento de lo que sólo podríamos considerar como amenazas potencialmente existenciales. Amenazas a nuestra civilización, amenazas a grandes grupos de la población mundial o incluso amenazas a nuestro planeta.

Podemos ver cómo el COVID ha demostrado cuán interconectados estamos en el mundo moderno. También nos enfrentamos a la posibilidad de un cambio climático catastrófico. Y vemos proliferar la tecnología de las armas nucleares con un riesgo muy real de que puedan caer en manos de personas con quienes no se puede razonar.

Nuestra respuesta

A pesar de todas estas amenazas, no creemos que debamos abandonarnos a la desesperación o la frustración. Más bien, creemos que hay razones poderosas para sentirnos optimistas sobre nuestro futuro.

Nuestro deteriorado orden internacional puede repararse y reforzarse. Podemos contrarrestar estas nuevas amenazas y estos nuevos desafíos, tal como lo hemos demostrado durante esta pandemia, mediante la colaboración de los científicos para crear nuevas vacunas y de los gobiernos para fortalecer el acceso equitativo a ellas.

Podemos demostrar que los beneficios de las democracias liberales y de los mercados libres son el mejor modelo para el avance social y económico de la humanidad. Podemos dar forma a las normas que gobiernan la nueva tecnología para asegurarnos de que nos beneficiemos al mismo tiempo que mantenemos nuestra seguridad y nuestras libertades. Y podemos asegurarnos de que los países trabajen juntos para abordar los mayores desafíos mundiales.

Creemos que el Reino Unido tiene un papel conductor fundamental que desempeñar en todo esto, trabajando junto con nuestros amigos y aliados, con países que comparten nuestras convicciones fundamentales, tales como Chile.

Prioridades estratégicas

La primera prioridad que surge de la Revisión Integrada es hacer crecer y nutrir la capacidad del Reino Unido para la innovación científica y tecnológica con el propósito de mantener y fortalecer la ventaja estratégica del Reino Unido. El rápido ritmo de los cambios en la tecnología está transformando aspectos de nuestras vidas, fundamentalmente remodelando nuestra economía y sociedad.

Por lo tanto, la revisión señala cómo el Reino Unido aprovechará nuestra ventaja comparativa en tecnología y ciencia para abrir nuevos caminos como superpotencia científica y como una potencia cibernética responsable y democrática para reforzar tanto nuestra prosperidad nacional como nuestras relaciones internacionales.

Para hacer esto, estamos aumentando nuestra inversión gubernamental en investigación científica y tecnológica avanzada a un 2,4 por ciento del PIB del Reino Unido; y además invertiremos £800 millones de libras para establecer una nueva agencia de investigación e invención avanzada que apoyará la tecnología “de punta”.

Nuestra segunda prioridad estratégica será redoblar los esfuerzos del Reino Unido post-Brexit siendo pioneros en el enfoque estratégico para el libre comercio.

Es por ello que, desde que se retiró de la Unión Europea, el Reino Unido ha establecido acuerdos comerciales con 67 países, incluido Chile, así como con la Unión Europea. Y es por ello que hemos iniciado las negociaciones para que el Reino Unido se una al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico.

Nos complace que el gobierno chileno apoye la adhesión del Reino Unido al tratado. Unirse al pacto de libre comercio de £9 billones fortalecería el acceso del Reino Unido a economías modernas clave, como la de Chile, y crearía nuevas oportunidades para industrias futuras como las de tecnología y servicios digitales, datos y energía renovable.

Junto con nuestros esfuerzos para llegar a nuevos mercados, la Revisión señala cómo trabajaremos para fortalecer el sistema de comercio global y para actualizar el entorno regulatorio global, especialmente en los sectores de medio ambiente, servicios y el sector digital. Estamos comprometidos a destrabar el proteccionismo, a desatar el poder del libre comercio global para ayudar al mundo a recuperarse con más fuerza, y a recuperarnos más verdes, del impacto económico de la pandemia.

Invertir tanto en nuestra experiencia en ciencia y tecnología como en nuestra capacidad de recuperación económica son elementos vitales de la tercera prioridad estratégica articulada en la Revisión, que es nuestra seguridad.

El Reino Unido ha decidido invertir £24 mil millones adicionales en defensa durante los próximos cuatro años, permitiendo la modernización total de las fuerzas armadas del Reino Unido; restaurando la posición del Reino Unido como la principal potencia naval en Europa; y llevando adelante la renovación de nuestra fuerza disuasiva nuclear.

A fines de este año, el HMS Queen Elizabeth, que es el portaaviones insignia de la Armada Real, navegará en un despliegue inaugural, liderando un grupo de ataque de portaaviones en una travesía de treinta y dos mil kilómetros de ida y vuelta al océano Indo-Pacífico, realizando ejercicios con aliados y socios del Reino Unido a lo largo del recorrido y demostrando la importancia que le damos a la libertad de los mares.

Gastaremos alrededor de £7.000 millones durante los próximos cuatro años en investigación y desarrollo relacionados con la defensa. A través del Centro Nacional de Seguridad Cibernética del Reino Unido y de nuestras asociaciones con empresas, seguiremos siendo líder mundial en seguridad cibernética. Y, a través de la nueva Fuerza Cibernética Nacional del Reino Unido, estamos invirtiendo para adelantarnos a la alianza impía de estados hostiles y bandas criminales que se aprovechan de nuestros computadores personales, tabletas y teléfonos celulares ya sea para robar, para espiar o para difundir mentiras.

También continuaremos adaptándonos para enfrentar el oportunismo francamente depredador de estados como Rusia, Irán, Corea del Norte y algunos otros.

La cuarta y última prioridad estratégica para el Reino Unido es dar un paso adelante como una fuerza para el bien en el mundo.

Desde el COVID hasta la amenaza del cambio climático, nunca ha sido más claro que el interés nacional del Reino Unido está intrínsecamente ligado a la necesidad de enfrentar los desafíos internacionales que a todos nos tocan. Creemos que, como gobierno podemos, y deberíamos, ayudar a aliviar el peor sufrimiento del mundo, que tenemos una responsabilidad moral y un interés sustancial en nuestro planeta y en las condiciones más amplias de paz y estabilidad que los sustentan. Por tanto, estamos decididos a que el Reino Unido se una a sus amigos para garantizar que las sociedades libres prosperen compartiendo los riesgos y las cargas de abordar los problemas más difíciles del mundo.

Vemos eso claramente en el compromiso del Reino Unido de fortalecer la respuesta global a la pandemia del COVID. El Reino Unido es el principal contribuyente del mundo a las alianzas mundiales para las vacunas que están trabajando intensamente para derrotar al COVID-19, aportando £548 millones a COVAX, que es el mecanismo internacional diseñado para asegurar un acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas contra el COVID-19; y £1.600 millones a Gavi, la asociación público-privada de salud a nivel mundial que está liderando los esfuerzos de vacunación en los países más pobres. Hacemos esto no solo para actuar de acuerdo con nuestro sentido de la justicia, sino también porque sabemos que en esta pandemia global no estaremos a salvo hasta que todos estemos a salvo.

Ese mismo compromiso con la equidad y la justicia significa que continuaremos apoyando a las sociedades abiertas y defendiendo los derechos humanos. El Reino Unido ha liderado la condena de la comunidad internacional por el golpe militar en Myanmar, aplicando rápidamente sanciones contra militares por graves violaciones a los derechos humanos. También continuaremos liderando a la comunidad internacional en la expresión de nuestra profunda preocupación por la detención masiva de la etnia Uigur por parte de China en la provincia de Xinjiang e instando a China a cumplir con las obligaciones internacionales respecto de los derechos humanos las cuales asumió libremente. Y es por eso por lo que, también, hemos ofrecido un lugar - un refugio y una morada - a tres millones de chinos de Hong Kong que pueden temer a la persecución como resultado de lo que está sucediendo en Hong Kong.

Conclusión

Para concluir, y mirando hacia el futuro, el año 2021 nos ofrece, como Reino Unido, una oportunidad única para redefinir y restablecer el lugar de nuestro país en el mundo. Ocupamos la Presidencia del G7. Y sucederemos a Chile cuando asumamos la Presidencia de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en noviembre. Nuestra salida de la Unión Europea nos ha brindado una oportunidad única para reconsiderar muchos aspectos de nuestra política interior y exterior, construyendo a partir de las amistades existentes, pero también mirando más lejos.

La Revisión Integrada establece cómo vamos a hacer eso. Con la inversión adicional y las nuevas capacidades que proporciona, creemos que el Reino Unido puede prosperar en un mundo cada vez más competitivo y cumplir su misión histórica como una fuerza para el bien, maximizando las oportunidades para el Reino Unido, pero también inspirando a otros a seguirnos para defender lo que es correcto.

Espero escuchar sus reflexiones y continuar el debate. Le devuelvo la palabra, Juan Pablo.

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Publicado 20 April 2021